Vía: Blog el Supositorio
¡Atención, en este texto no hablo de los sanitarios ni de las sanitarias! Ni de enfermedades venéreas, ni voy a hacer comparaciones baratas entre las mujeres que venden su cuerpo al salido, solitario, felizmentecasado, aburrido de la segunda-tercera edad, jovencillo que prefiere pagar por un polvo, adictoalsexo o cualquier otra definición que se le pueda dar al usuario de la prostitución, mal llamadas trabajadoras del sexo, y los trabajadores de la salud, incluidos los cachitólogos del sexo: ginecólogos y ginecólogas y urólogos y urólogas. Punto y aparte.
Hablo de las putas de verdad, las que están en las frías, calurosas y templadas calles de nuestras ciudades, polígonos industriales, arrabales miserables o barrios de postín. De esas que necesitan recaudar a base de polvos, mamadas o pajas el sustento de sus mafias, proxenetas de todo origen, o simplemente la mera subsistencia de ellas y sus familias. Siempre perseguidas y siempre buscadas por 1 de cada 4 hombres españoles que reconocen haber estado alguna vez con una prostituta. Es decir, haber pagado por un fugaz y simple orgasmo de 4 segundos de duración. Espero que la melancolía sea lo que sienten después, siguiendo la estela del Postorgasmic Illness Syndrome.
Un Ayuntamiento las pone multas que nunca pagarán y el concejal del ramo promete echarlas de allí. Pero nadie dice nada al cliente, ya se sabe que en los pueblos todo el mundo se conoce, a ver si el policía municipal en el desempeño de sus funciones va a multar a alguien…conocido.
Latinoamericanas, eslavas, rumanas, senegalesas, el muestrario de la belleza y de la miseria global viene a satisfacer las necesidades del macho patrio. Y cada una de ellas, está hecha de la misma materia y carne que nosotros, de las mismas ilusiones, de las mismas decepciones, sienten asco por lo mismo que nosotros y tienen padres, y muchas hijos, igual que nosotros. Pero son carne de cañón del sexo de consumo, y de la esclavitud de las democráticas y llenas de estado del bienestar, sociedades occidentales.