Uno de los peores hechos que puede acontecer en la medicina es que los actores del juego no comprendan la solidaridad y amor que tenemos con los pacientes.
Una historia real:
Paciente de 68 años con enfermedad incapacitante y vida sillón – cama, tiene consulta con su especialista, el que lleva su enfermedad, que considera preciso un scanner urgente para descartar complicaciones subagudas tras caída.
El problema ocurre cuando la ambulancia de transporte, no colectiva, llega al centro y el familiar le dice al tecnico que no va a casa (5 km) sino a el HUNSC (2 km) en el mismo trayecto.
El técnico llama a sus jefes quien le dice que NO porque no mandaron un papel para ese cambio.
En este ejemplo vemos el gran problema de que actores de la sanidad no sean del gremio a cualquier nivel, y ese tras el teléfono solo gestiona recursos, pero en ellos van personas.
Denuncio a través de este escrito la incompetencia de muchos sectores de la sanidad porque piensan en dinero, y NUNCA en cada persona enferma que vemos, tratamos o derivamos cada día.
El paciente no es un papel sino un corazón que late libremente.
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Almogrote Para la Salud (volvemos) 