Más historias curiosas con los perros del hortelano (esos pediatras que ni comen ni dejan comer, que no quieren trabajar en primaria pero no quieren que los médicos de familia veamos niños en primaria): atención a los contratos que están haciendo a los pediatras jóvenes en la Comunidad de Madrid.
Estoy ahora haciendo una suplencia de 15 días en pediatría de mañana en un centro de salud (vacaciones de la pediatra titular).
Por la tarde hay otro pediatra con cupo propio… y un cupo que es atendido por ¡3 jóvenes pediatras! a días alternos.
Al parecer el contrato que les hacen es algo así como:
2 semanas en planta del hospital (lo que mola)
+2 semanas en consultas de primaria (lo aburrido y sin glamour)
+guardias en el hospital (lo que suplementa el sueldo)
La razón para hacerlo es que los jóvenes pediatras no quieren trabajar en primaria sino en las plantas del hospital, pero la comunidad de Madrid les obliga a pasar consultas de primaria si quieren tener “contratos en el hospital”.
La situación es completamente aberrante porque se pierde totalmente la longitudinalidad en atención primaria (que te atienda siempre el mismo médico). Según me cuenta el pediatra que está de tarde muchos pacientes abandonan la consulta de la “santísima trinidad” cansados de que cada día haya un pediatra diferente y se pasan al cupo del “pediatra fijo”.
Nos dirigimos hacia una crisis profunda de la atención primaria. En pediatría ya se están dando los primeros pasos a la ambulotarización (el médico del hospital pasa una tarde a la semana la consulta del “ambulata” por turnos).
Reivindico mi capacidad de ver niños y adultos en la misma consulta (hoy como no tenía casi niños atendí a dos ancianos que esperaban a la enfermera y muchas veces atiendo a las madres que acuden con los niños para asombro y agradecimiento de los pacientes).